jueves, 6 de octubre de 2011

Historia del aeromodelismo

UN POCO DE HISTORIA

Se entiende por aeromodelismo el modelado de un aerodino, es decir, cualquier aparato volante más pesado que el aire. Cuántos de nosotros sabían que el aeromodelismo se remonta a la edad antigua, cuando los griegos se desarrollaban. En efecto, el aeromodelismo, en su forma más básica y primitiva, se inició en el siglo III a.C, cuando Arquitas de Tárento, ideó su famosa paloma voladora, un artilugio de madera forrado en tela. Y es a partir de este episodio, mejorado y reinventado con el tiempo, que podemos hablar de un concepto de aeromodelismo, que, según la Real Academia de la Lengua Española, es el deporte que consiste en la construcción y prueba de pequeños aviones.

Hablar de la historia del aeromodelismo es hablar de la historia de la aviación, pues el interés por construir dispositivos que volaran está presente desde el Renacimiento con los primeros bocetos de Da Vinci, quien buscaba de alguna manera satisfacer la incapacidad humana para volar.

Habría que esperar hasta 1871 para que Alphonse Penaud, considerado el padre del aeromodelismo, hiciera volar

un sencillo aparato al que denominó "Planophore", tenía un sencillo y primitivo motor con un peso aproximado de 15 gramos y un recorrido de 40 metros en 12 segundos, cuya hélice estaba accionada por unas tiras de caucho retorcidas y equipado con una cola estabilizadora.


Hargrave, en 1885 en Australia, se hizo famoso con un modelo ornitóptero. Otros precursores son Dandrieux, Llangley y Lilienthal, que antes de volar sus primitivos prototipos, ensayaron con modelos de planeadores junto con otros muchos investigadores.

Al motor de aire comprimido le sucede el de CO2 (llamado de oxígeno) en que el enorme depósito de aire tan trabajoso de llenar a la presión suficiente, es sustituido por una pequeña cápsula que contiene anhídrido carbónico a enorme presión. Era de uso muy corriente en los Estados Unidos.

Pero no fue hasta la década de 1930 cuando se empezó a utilizar el motor de explosión interna para el aeromodelismo. Estos motores desplazaron inmediatamente cualquier otro tipo de motor. Esta aparición hace dar un completo giro al aeromodelismo. Poco a poco se van perfeccionando los motores y debemos subrayar la importancia que tiene la aparición del primer motor de bujía incandescente, con lo que se suprimió el engorroso sistema de encendido de chispa, así como la aún mayor simplificación que suponen los motores diesel. Los modelos se fueron perfilando y cada vez más pareciendo a los aviones reales.

El aeromodelismo encontró una enorme expansión con la aparición del vuelo circular, que en su forma primitiva, se debe a Víctor Stanzel, un tejano que controlaba su modelos con un cable y una caña. La comercialización de este tipo de modelos empieza en enero de 1940. El día 26 de diciembre de ese mismo año se registra la patente número 2.292.416 debida a Jim Wlaker, de Portland, Oregón, en la que se describe el sistema de control por dos cables en la forma practicada en la actualidad.

El avance más notable en este deporte se produjo tras la invención de la radio por Guillermo Marconi en 1896. Este gran invento se utilizó para dirigir la trayectoria de los aviones mediante ondas radioeléctricas. Los primeros aviones a radiocontrol se diseñaron con válvulas electrónicas y poseían unos botones con los cuales se dirigía el avión, mediante diversas pulsaciones. El emisor transmitía las ondas de radio, las cuales se recibían en un receptor a bordo del avión. El receptor las transformaba y enviaba impulsos eléctricos a unos dispositivos electromecánicos que eran los que movían los mandos del avión; pero su imperfección, su gran tamaño, su peso, y su alto número de fallos, hacían que sólo unos pocos utilizasen este sistema.

Hoy en día cualquier equipo de radiocontrol cuenta con un microprocesador interno y un software más o menos avanzado, el cual permite programar y recordar los distintos parámetros de diversos modelos, haciendo el vuelo más sencillo y seguro

En la actualidad la actividad aeromodelista se encuentra ampliamente desarrollada, podríamos decir que internacionalmente está en su apogeo, contándose con instituciones nacionales e internacionales importantes, materiales de avanzada para la construcción, tecnologías electrónicas de punta para las prácticas de vuelo e incluso una amplia disponibilidad informática para el diseño y el aprendizaje de vuelo.

El aeromodelismo, por sobre todas las cosas, es pasión. Más allá de la evolución de sus circunstancias lo que permanece invariable es el desarrollo de la imaginación y el entusiasmo que todo aeromodelista pone en la construcción de un ingenio propio, que nadie como él puede disfrutar viéndolo volar, sintiendo así la recompensa de todos sus esfuerzos para dominar con su modelo la fuerza de la gravedad.

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